“Dios aprieta, pero no ahoga..” o “Cuando se cierra una puerta, Él nos abre una ventana…”
Son frases hechas que en estos tiempos complicados viene bien recordarlas, de manera que nos sirvan para fortalecer nuestra Fe en Jesús y Nuestra Madre y así tenerlos más presentes en nuestro día a día y en nuestras oraciones.
La historia de Nuestra querida Hermandad ha estado llena de dificultades y piedras en el camino, como os imaginaréis más de 425 años dan para mucho. Por ello, desde aquí queremos hacer una serie de artículos en los que comentaremos como por razones “imponderables” de extrema dificultad o por razones de Cultos o cuestiones extraordinarias, Nuestra Hermandad o Nuestro Padre Jesús Nazareno ha estado en otras iglesias o lugares distintos a su sede establecida estatutariamente.
Por ejemplo: ¿ sabían que en el año 1993 Nuestro Padre Jesús estuvo en el Convento de Capuchinos ?
Corría el año 1779 en Jerez, Fray Diego José de Cadiz, misionero capuchino con 36 años de edad, se encontraba descansando de sus misiones en el Convento Capuchino de Jerez, y viéndose atormentado por ciertas tinieblas y angustias que apocaban su espíritu.
Estando el misionero de rodillas, en el coro bajo, haciendo oración mental, de pronto observó como Jesucristo, con la Cruz sobre sus hombros como si fuera hacia el Calvario, pasa por el Presbiterio. Pero ya ante el Altar Mayor, el Señor rendido por el peso del madero, cae en tierra hasta dar con su boca en el suelo. Fray Diego se levanta, corre hacia Él para ayudarle, se acerca y le dice:
-¿Qué es esto, Señor? ¿ Por qué vais a a caer?
Y Jesús le responde:
-¿ No he de caer, cuando tú que sostenías, piensas en dejarme con daño de mis redimidos y de las ovejas extraviadas?
Fray Diego llora amargamente y queda avergonzado de su cobardía y se propone no desmayar en la empresa de Dios que le tiene encomendada.
A partir de entonces se sucedieron las visiones de distintos pasos de la Pasión del Señor, y nace en el corazón del misionero Capuchino un encendido amor, tiernísimo amor, a Jesús con la Cruz a cuesta, a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Conmemorando la aparición de Jesús Nazareno al misionero capuchino y uniendo los lazos de nuestra Hermandad con la Comunidad Franciscana ( recordad que en tiempos N.P. Jesús Nazareno tuvo su Capilla en el Convento de San Francisco ) en 1993 se realizó un traslado hacia el Convento y se celebró un Solemne Triduo en dicho Convento.
“N. P. Jesús sobre el paso de S. Juan en el altar
del actual Convento de Capuchinos de Jerez”.