
En este nuevo capÃtulo de «El Nazareno en la Historia» queremos reseñar como el dÃa 26 de diciembre no siempre fue feliz para esta Hermandad. CorrÃa el año de 1868 cuando en septiembre estalló una revolución en el paÃs llamada «La Gloriosa» destronando a la reina Isabel II y comenzando el llamado Sexenio Democrátrico. Aquà comienza un nuevo problema de los muchos que tuvo nuestra Hermandad en el siglo XIX. La Revolución respiraba saña contra la Iglesia Católica y por ello mandó al Capitán de Zapadores Bomberos, D. Manuel Simó, a la Capilla con objeto de que la inspeccionase y si él tuviera a bien, convertirla en el nuevo local de su cuerpo. Asà fué, dió el visto bueno y comenzaron las gestiones para que la Hermandad tuviera que desalojar la Capilla en favor de este Cuerpo de Zapadores. Como es lógico la Hermandad montó en cólera y se negó a dar su Capilla después del esfuerzo que habian hecho pocos años antes por remozarla. Pero no pudo ser. La mañana del dÃa 23 de diciembre de 1868 llegó un ultimatum desde la Junta Revolucionaria diciendo que en 48 horas debian abandonar la Capilla sin opción a apelación alguna. La misma noche de Navidad, sobre las 11 fueron trasladadas las imágenes rápidamente hasta el Convento de Santo Domingo siendo depositadas en la Capilla del Rosario de los Montañeses y los demas enseres e imágenes repartidas por Santiago y la casa del Mayordomo. El dÃa 26 entraron los Zapadores en la Capilla con ánimo de no dejar nada que oliera a Iglesia, algo que estaba a la orden del dÃa en aquel tiempo de tanta convulsión. Por eso os digo que no siempre el dÃa 26 de diciembre fue feliz para la Hermandad de Jesús Nazareno.
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